Las Abuelas de Plaza de Mayo y la Selección Argentina en Sudáfrica

Las Abuelas de Plaza de Mayo y la Selección Argentina en Sudáfrica

Tras mantener un emotivo encuentro con el entrenador del seleccionado argentino, Diego Maradona, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, aseguró hoy que “en el Mundial del 78 con cada gol que se hacía los papás de los desaparecidos llorábamos”, mientras “este campeonato nos llena de esperanza”.

Carlotto, quien se encuentra en Sudáfrica promocionando la candidatura al premio Nobel de la Paz para las Abuelas de Plaza de Mayo, visitó hoy el predio donde entrena el seleccionado argentino para agradecer a Maradona el apoyo brindado a la postulación de la organización y desearle "el mejor de los éxitos".

"Estoy muy feliz y emocionada de poder encontrarme con éste ídolo nuestro e internacional", dijo Carlotto a la prensa en el Centro de Alto Rendimiento de la Universidad de Pretoria luego de fundirse en un abrazo con Maradona.

El astro argentino, quien siempre respaldó la labor de las Abuelas, le entregó a Carlotto un banderín del seleccionado argentino y luego de dialogar con ella afirmó: "Todos los argentinos queremos saber la verdad".

"Me encantó la ternura de sus palabras. Le agradecí por su hija Dalma, que es muy solidaria, y a través de su arte, del Teatro por la Identidad, nos ayuda a buscar a nuestros nietos", contó Carlotto sobre el diálogo que tuvo con Maradona.

"También le transmití el cariño de toda las Abuelas. Para mí es un chico más, es como si fuera un hijo, de manera que tenerlo cerca es cumplir con esa imagen de que siempre estuvo con nosotras", subrayó.

"Abrazarlo es abrazar algo muy querido, con la ternura de una abuela", describió Carlotto, quien también recordó que conoció a Maradona un 1 de Mayo en Cuba, a donde había sido invitada por Fidel Castro para los festejos del Día del Trabajador.

"Este muchacho representa a muchos argentinos que lucharon desde abajo. Le deseo el mejor de los éxitos", dijo Carlotto.

Asimismo, Carlotto se mostró ilusionada con la posibilidad de que la selección argentina se consagre campeón del mundo y las Abuelas consigan también su reconocimiento: "Qué lindo sería que la Argentina se merezca el premio que es ésta copa, y el Nobel que es para todos los argentinos", afirmó.

"En el Mundial 78 se hacían los goles y los papás de desaparecidos llorábamos, a pesar de ser argentinos, porque mientras se hacía un gol se apagaban los gritos de los que estaban secuestrados y estaban siendo torturados e iban a ser asesinados", recordó Carlotto.

"Esta historia está clara, ya sabemos quién es quién, y está funcionando la justicia. Pero nuestras palabras no son eslogan. Verdad, justicia, y memoria es lo que va a mantener nuestra democracia", continuó.

En cambio, el Mundial de Sudáfrica "nos llena de esperanza", sostuvo la titular de Abuelas, quien dijo estar viviendo muchas emociones desde su llegada a este país, que "tiene muchas cosas idénticas a la Argentina, por la lucha de su pueblo y por lo que pasaron", en referencia a la violencia racista del apartheid.

"Es muy bueno que la Copa del Mundo se celebre aquí, porque los sudafricanos han hecho un esfuerzo supremo y se merecen tener esta alegría", remarcó.

Carlotto tiene previsto asistir el jueves al partido que Argentina disputará ante Corea del Sur en el estadio Soccer City de Johannesburgo y luego regresará a Argentina.

"Nunca voy a la cancha, no tengo tiempo. Mi cancha es el mundo, y la lucha con abuelas. Pero el jueves voy a estar en el estadio alentando y gritando", indicó.

Aunque no quiso jugarse y decir quién es su jugador preferido, Carlotto reconoció que un corazoncito lo tiene con (Juan Sebastián) Verón y (Martín) Palermo, que son de La Plata, aunque "el arte de (Lionel) Messi se puede equiparar con Maradona", deslizó.

Por otro lado, Carlotto se refirió a la actividad que desarrolló desde el domingo en Sudáfrica y contó que no pudo reunirse con Nelson Mandela, porque "está con un dolor muy grande por la pérdida de una de sus bisnietas, y con una salud muy delicada", pero le envió como obsequio "el pañuelo blanco con el amor de todas las abuelas".

Finalmente, Estela, expresó que el Nobel de la Paz sería muy bien recibido porque es un "premio para Argentina".

"Es para todas las mujeres argentinas. No somos distintas, ni mejores ni peores, somos parte de esas argentinas que luchan en los comedores para los pobres, los merenderos, por mantener una casa con su trabajo", concluyó.